sábado, 27 de marzo de 2010

Maquina tragamonedas Fase III Terminal





Conducta adictiva a las maquinas tragamonedas III parte

Fase «terminal», «resolutiva», o de deses-
peracion.

En esta fase se ha instalado definitivamente la conducta adictiva hacia las máquinas tragamonedas. El estar lejos de ellas sin manipularlas ni sentir la sensación del juego, los sonidos de las maquinas, el olor de dichos centros de diversión, etc. le desencadena una sintomatología similar al síndrome de abstinencia que causan las drogas en un adicto a sustancias químicas.

Síntomas que en ellos pueden referir en: dolores de cabeza, decaimiento general, irritabilidad, falta de apetito, pilo erección, sudoraciones profusas en ciertos momentos del día, déficit en la concentración, atención desperdigada, dificultad en la memoria de fijación, cámaras líquidas, [diarreas] falta de interés por actividades productivas, episodios de insomnio, conductas impulsivas, pensamientos reiterativos acerca del juego y sus elementos, etc.

En esta fase «Resolutiva» las deudas contraídas, los desfalcos autorrealizados en su propia economía o hacia las arcas familiares le preocupan sobremanera. El auto imagen que poseía se ha devaluado completamente.

Las posibilidades y alternativas que el proyecta para pagar las deudas contraídas son irreales. Esto lo hace sumir en la impaciencia e incertidumbre por eso a esta fase también se le denomina «Peligrosa desesperación».

Se ha detectado que el pensamiento que presentan en esta fase es defectuoso en el curso o contenido. Por ejemplo al estar conversando un tema neutral, de pronto surge el pensamiento de «...cuanto podría estar ganando de estar jugando en este momento...» o en su defecto su conversación es bruscamente cortada por ideas como «...lástima que no tengo cinco pesos...solamente necesito cinco pesos para jugar un ratito...» para luego al no encontrar eco en su entorno, retornar a la conversación que habían interrumpido siendo lo reiterativo de estas verbalizaciones.

En esta etapa es donde tiene más elaborados y consistentes sus argumentos irracionales que le impiden la reflexión y el tomar conciencia acerca de su estado. El proceso de «tocar fondo» es difícil que en estas circunstancias se presente.

Pensamientos irracionales permanentes al interpretar su realidad y que no son compatibles con ésta es lo que les favorece en el mantenimiento de la conducta adictiva. En estas circunstancias comúnmente se desencadena un deseo irrefrenable a comer de manera descontrolada a fumar y no es extraño que en alguno de este tipo de adictos pueden desarrollar alguna adicción a alguna sustancia química sea legal como ilegal.
Muchos de este tipo de adictos suelen fantasear pensando que existe infidelidad de parte de su pareja. Las celotipias se hacen presentes al igual que sucede en las adicciones al alcohol diferenciándose en el componente orgánico de la disfunción eréctil que suele presentarse en el alcohólico de manera reactiva.

Gran cantidad de los adictos al juego desean de manera soterrada, que su propia pareja cometa faltas, les sea infiel, incumplan en sus obligaciones con los hijos en la administración del hogar, para que ingrese en descrédito ante sus ojos. Esto sucede para que ellos sientan menos culpa o pretender reducir los conflictos y disonancia con ella.

Existen momentos en que la desesperación lo induce a presentar una rumiación suicida es decir pensamientos reiterativos donde la muerte es la única solución a las deudas y descalabro económico que están viviendo.

Pensamientos tales como: «cuando yo me muera entonces vendrán tales o cuales personas a verme...» , «después de muerto todos mis acreedores que me están acosando no recibirán nada, y ya quisiera verles la cara...» etc.

Estos son contenidos con los cuales fantasea. La adicción a las máquinas tragamonedas es una de las adicciones que presenta una mayor complejidad en el tratamiento a los terapeutas dado que no es muy difundida como conducta adictiva. Por otro lado la sociedad suele tipificar este tipo de conducta adictiva como “vicio’ “jugador” “vicioso” y no es consciente en que se trata de una conducta adictiva, requiere tratamiento y existen centros y especialistas para este tipo de adicción.





R. V.

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